Tuesday, November 28, 2006
Castillos
El niño había terminado de construír su castillo de arena en la playa. Era enorme, con muchas puertas, muchas ventanas, muchas torres y un foso que llenó de agua para que los enemigos no pudieran entrar. Estaba ilusionado con su obra de arte. De pronto, una gran ola se acercó y destrozó lo que había construído. Las lágrimas llenaron sus ojos y comprendió que en cualquier momento algo puede llevarse tus ilusiones, así como el mar se lleva los castillos de arena.